Las posturas son las actitudes y disposiciones de nuestro corazón que deseamos cultivar al entrar en una nueva comunidad. Confesamos que, en su mayor parte, podemos ser extraños y extranjeros en la comunidad a la que Dios nos ha enviado y, por lo tanto, la forma en que nos comportamos es parte integral de nuestra comunicación del mensaje del Evangelio. Estas cinco posturas pueden ayudar a posicionarnos para una mayor fructificación.
I. Oración
La oración refleja nuestra intimidad con Jesús y nuestro reconocimiento de nuestra total dependencia de él para todas las cosas. Sin él no podemos hacer nada que produzca un fruto eterno y duradero. La cultivamos y crecemos en ella como centro de nuestra vida espiritual. A continuación se encuentra nuestro compromiso con la oración y se exponen las diversas formas en que la oración se expresa en nuestra vida en común.
Una vida de oración implica para mi:
“Una vida de disciplina” – quietud delante de Dios, escuchar antes de hablar, y meditación sobre la palabra.
“Una vida de intercesión” – de ser como describió Pablo, “esforzándose intensamente” por los otros, reconociendo que la oración es un ministerio.
“Un compartir místico” – dejando que Dios, quien podría tomarla, pida prestada mi voz para expresar sus pensamientos a favor de los pobres, y que Dios, quien no tiene necesidad, me permita participar en comunicar Su palabra redentora.
”Una entrega de mi voluntad” – dejando que Dios me aparte para orar por una hora, un día, o una época, a pesar de las ideas del mundo de “actividad efectiva”.
“Un estímulo para la fe” – recordando que la oración a Dios, quien no se ve, abre la puerta a la fe, la convicción de las cosas que no se ven.
“Un ministerio transcendente” – recordando que el Espíritu de Dios liberado, pasa más allá de mis fronteras físicas.
II. Aprendizaje
En CambioINTERNO creemos que una postura constante de aprendizaje es crucial al entrar en nuevas comunidades. Somos recién llegados y tratamos de entrar en las comunidades con una actitud de humildad que exprese el deseo de reciprocidad y nuestra disposición a aprender de los expertos de ese contexto. ¿Quiénes son esos expertos? Las personas que lo llaman su hogar, quienes han vivido allí durante generaciones. ¿Quién mejor para enseñarnos la lengua, las costumbres y los ritmos de un lugar o para presentarnos a la gente de paz y a los líderes de la comunidad, que los que viven allí?
Buscamos aprender de muchas fuentes. Escuchar es una habilidad clave para esta postura. Escuchamos al Espíritu cuando nos guía. Escuchamos a la gente cuando nos ayuda a “crecer” en la comunidad. Escuchamos constantemente para encontrar formas de entender y comprender a la gente y su contexto, así como la “topografía espiritual” y la historia espiritual del lugar. Nuestro aprendizaje será informal, ya que adquirimos conocimientos a través de la observación y la creación de relaciones, así como formal a través de la investigación y el estudio académico.
Esta postura requiere humildad, la capacidad de perseverar a pesar de los errores del pasado, aprender a ser culturalmente sensibles y conscientes, crecer en nuestra propia conciencia, y aprender a ver con lo que llamamos “ojos del reino”.
III. Cultivando Communidad
John Hayes dijo en en su libro Submerge que “se necesita una comunidad para llegar a una comunidad”. Esto es tanto un compromiso como un valor para nosotros en CambioINTERNO. Nuestro compromiso con la comunidad no es sólo para nuestros equipos, sino también para construir una comunidad en nuestro contexto con nuestros vecinos. Nuestra capacidad para hacer ambas cosas es un factor clave para que nuestros equipos simplemente sobrevivan o realmente prosperen. Será importante leer más ampliamente sobre esto en nuestra sección sobre Equipos Apostólicos. (Enlace a ese artículo)
IV. Colaborando
Si quieres ir rápido ve solo, si quieres ir lejos ve junto. – Proverbio africano
Procuramos entrar en una nueva comunidad con una mentalidad de colaboración. Una visión de colaboración nos prepara para ver a los que están dentro de la comunidad con lentes diferente, por ejemplo, otras organizaciones, personas, grupos y entidades. Nuestro deseo es unirnos donde podamos como quienes forman parte de un reino mucho más grande que nosotros individualmente. Al hacerlo, nos daremos cuenta de que podemos lograr mucho más y viajar mucho más lejos juntos de lo que podemos hacer solos.
V. Acción-Reflexión
La postura de acción-reflexión es una derivación natural de nuestra vida contemplativa, que está en el centro de lo que somos como comunidad apostólica. Creemos que Dios está presente en la comunidad antes de que nosotros lleguemos. Queremos escuchar y aprender de él lo que desea hacer en ese lugar para poder unirnos a él en su actividad redentora. Por supuesto, se trata de un proceso de aprendizaje y, por lo tanto, a medida que actuamos en la fe, nos tomamos tiempo para reflexionar sobre esas acciones para llegar a conocer a Jesús más plenamente a través de sus acciones en nuestro contexto. Algunas de las formas en las que reflexionaremos sobre nuestras acciones es a través de diarios, caminatas de oración, retiros espirituales, reflexión y evaluación en equipo, leyendo y releyendo nuestras comunidades, y reflexionando con nuestros vecinos. A través de este proceso aprenderemos lo que debe continuar, lo que debe detenerse y lo que podemos mejorar.